Analicemos el día a día de un trabajador a jornada partida, para averiguar su tiempo medio de ocio que podrá dedicar a su familia, amistades y aficiones que todo ser humano necesita para una vida sana:
8:00-8:30 – Se levanta. Se prepara el desayuno, se viste y se asea. (30 min)
8:30-8:50 – Desplazamiento. (20 min.)
9:00-14:00 – Llegada al lugar de trabajo. Empieza su turno. (5 horas)
14:00-14:30 – Termina el turno de trabajo. Desplazamiento y comprar el pan. (20-30 min)
14:30-14:50 – Llega a casa con el pan y se prepara la comida. (20 min)
14:50-15:15 – Come. (25 min)
15:15-16:15 – Estar con la familia, tumbarse a descansar o dedicarse a alguna afición. (1 hora)
16:15-16:35 – Realizar algunas compras de camino al trabajo. (20 min)
16:35-17:00 – Desplazamiento. (20 min)
17:00-20:00 – Comienza el turno de trabajo. (3 horas, total: 8 horas)
20:00-20:20 – Fin del turno de trabajo. Desplazamiento. (20 min)
20:20-20:50 – Llegada a casa. Cambio de ropa y ducha diaria y aseo correspondiente (30 min)
20:50-21:10 – Preparación de la cena. (15-20 min)
21:10-21:30 – Come. (20 min)
21:30-21:55 – Fregar platos, recogida de la mesa. Barrer un poco y dejar la casa mínimamente limpia (25 min)
21:55-00:00 – Después de un día como este, estamos lo suficentemente cansados como para no tener fuerzas para realizar ningún hobby o afición a estas horas de la noche.
No obstante, ignorando esto, aún tenemos la asombrosa cantidad de… ¡2 horas! de tiempo libre.
¿Y las aficiones? ¿Acaso nuestra vida ha de dedicarse plenamente a nuestro trabajo? Parece que estamos obligados a elegir entre: a) Familia b) Amigos c) Descanso d) Un hobby
¿Somos esclavos? Intrigante…
Continúa en: El esclavo del mundo moderno (II)